La tolerancia a la frustración es el arte de aceptar todo aquello que, siendo inmodificable, no encaja en tus esquemas y no satisface tus deseos.

El nivel de tolerancia a la frustración depende de cada persona y cuando es bajo se manifiesta de muchas formas. Normalmente, cuando éstas se encuentran en una situación de estrés, suelen reaccionar con ira, rabia y melancolía desmedida.

“La frustración tiende a sacar lo peor de quien está frustrado” (Daniel Handler)

La baja tolerancia a la frustración se define como un importante trastorno emocional capaz de romper familias, amistades, e incluso, relaciones laborales y sentimentales.

Por ese gran motivo, es importante que eso no suceda y para eso se debe aprender y entrenar a tolerar esa frustración. Aunque suene raro, si uno no ha vivido esas vivencias que le han frustrado, puede provocarlas y así conseguirlo.

A continuación te planteamos algunos ejercicios de tolerancia:

Meditar

La frustración solo lleva a conformarse, a creer que no podemos dar de más y rendirse. Eso no se puede permitir. Para eso hay que meditar, ya que ésta es una arma muy poderosa cuando se aprende. ¡Aprovecharla!

Aceptarte

Lo primero que debemos hacer es aceptar nuestras virtudes pero también nuestros defectos. Debemos tener claro que no somos perfectos y que nos podemos equivocar. Muchas veces sabemos aceptar los defectos de los demás pero, ¿y los nuestros? Démonos un respiro.

Aceptar la situación

La sensación de frustración no es agradable pero tampoco insoportable. Con determinación, podemos cambiar nuestra actitud y nuestro diálogo interno para ver nosotros mismos que estos pequeños “fracasos” nos pueden ayudar a fortalecernos. De ese modo, tendremos una sensación de bienestar.

De ese modo, antes de llegar a la frustración debemos reconocer y asumir que no siempre vamos a conseguir lo que queremos. Además, las recompensas a corto plazo, no suelen ser las más merecidas y a veces hay que ser más pacientes.

tolerancia frustración dada

Buscar cinco alternativas

Si un camino tiene un obstáculo que no nos permite seguir, debemos realizar la técnica de buscar cinco alternativas para conseguir una meta, valorando todas sus ventajas e inconvenientes. No siempre existe la solución ideal, con lo que buscaremos la solución que tenga más ventajas o la que nos suponga inconvenientes más soportables.

Diferenciar los deseos de las necesidades

Todos tenemos preferencias y deseos. Nos gustaría tener ciertas cosas, que las cosas salgan de una manera y que la gente nos corresponda como nosotros queramos. Pero eso no deja de ser deseos, como ya hemos comentado.

Las necesidades, en cambio, sí las debemos cubrir porque sin ellas no podríamos vivir. Algunas son la alimentación, el sueño, las relaciones sociales,…

Tenemos que ser capaces de diferenciar ambas con cada elemento “¿Es esto realmente una necesidad? ¿Qué ocurriría si no obtuviera esto? ¿Sería tan grave?”. Allí notaremos la importancia que le damos a ciertas cosas que no son y que no debe ser así.

Practicar la frustración y tomar medidas

No debemos evitar aquellas situaciones que nos causen frustración. Cuanto más evitemos estas situaciones que tememos, más nos cuesta luego enfrentarnos a ellas, además de que le damos más importancia de la que tienen.

Hagamos una lista y una vez hemos identificado aquellas cosas que suelen frustrarnos, el siguiente paso es tomar medidas para adaptar esas situaciones y que nos resulten menos frustrantes en la medida de lo posible.

 

A veces tenemos que tener en cuenta que a veces somos nosotros mismos quienes nos ponemos las metas y la presión, y con eso perdemos la perspectiva y como consecuencia la buena gestión de la situación.

Si remediamos lo anterior y trabajamos para aumentar la tolerancia a la frustración, podremos vivir sin preocuparnos, porque al final la tendremos superada y formará parte de nuestro día a día, sin llegar a condicionarnos. 

Por últimos si conseguimos que la tolerancia a la frustración sea una buena habilidad, la podremos incluir en nuestro CV.

Y vosotros, ¿creéis que sois tolerantes con la frustración? ¡Contarnos algunos ejemplos!