Las personas productivas son personas capaces de hacer todo lo que se han propuesto y de dejar el estrés del día a día.
Algunas de las ventajas que tienen estas personas productivas son:
- Se sienten satisfechas y útiles
- Pueden disfrutar más horas del día
- Son más creativas e imaginativas
- Pueden asumir nuevas responsabilidades y retos
A continuación vamos a listar todos aquellos hábitos que tienen las personas productivas para tenerlos en cuenta y aplicarlos.
Centrarse en lo importante
No hay nada peor que no tener identificadas tus metas, no saber qué es lo que quieres, no tener bien definida la misión. Busca la tuya y trabaja para conseguirlo.
Las personas altamente productivas establecen objetivos claros, además de una visión de aquello que quieren lograr a largo plazo. Por eso, se centran en lo que resulta más importante. Según explica Rulkens, experto en alto rendimiento, “el 80% de lo que haces no importa”. Es por eso, que los productivos se focalizan su atención en ese 20% restante.
Diferenciar lo importante de lo urgente
A menudo resulta difícil diferenciar entre las tareas importantes y las urgentes en el día a día.
- La urgencia se asocia al tiempo. Aumenta tanto a medida que te queda menos tiempo para la fecha límite, como en función del volumen de la tarea.
- La importancia se asocia a las consecuencias. Una tarea aumenta su importancia si las consecuencias de fracasar en ella también aumentan, es decir, si las consecuencias que sufriremos al no hacerla son graves.
El problema está en que si perdemos el tiempo luchando contra cuestiones urgentes sin importancia, nos perdemos los verdaderos asuntos que tenemos que solventar. Deberíamos saber qué es necesario hacer hoy y qué no y seleccionar 2-3 tareas importantes al día que se cumplan sí o sí.
Saber encontrar lo que necesitas cuando lo necesitas
Si tienes recursos para saber encontrar todo lo que necesitas en el momento preciso, te permitirá tener más tiempo para otras cosas y adelantar tus tareas sin interrupción.
Pozen, experto en alto rendimiento, por ejemplo, guarda todo el material de cada uno de sus cursos de manera que pueda acceder fácilmente a ellos y pueda agregar noticias relevantes cuando sea necesario.
Planear tus días
La mejor forma de sacar provecho a tu día laboral es planificándolo. Dedica entre 20 y 40 minutos diarios a esta tarea y, por ningún motivo, pienses que es tiempo perdido. Al contrario, eso te permitirá priorizar con certeza y avanzar en los temas realmente importantes.
Fijar rutinas
Fijar rutinas nos ayudan a muchas cosas. Si por ejemplo tenemos trabajo repetitivo que no exija creatividad, lo podemos agrupar, y hacerlo siempre en un día a una hora, con lo que nos olvidaremos de ese trabajo el resto de la semana. O también tareas que se nos pueden descontrolar cómo revisar el e-mail o llamadas de teléfono, si nos fijamos ciertas horas para estas actividades nos quitaremos la tentación de interrumpir nuestro trabajo para este tipo de tareas.
Aprovechar el tiempo perdido
Los 10 minutos de retraso de una reunión o el retraso de un vuelo son oportunidades que pueden aprovecharse si realmente tenemos nuestras tareas identificadas y planificadas.
Por otra parte, identifica qué es lo que te hace perder el tiempo y no ayuda a mejorar en el día a día. Una vez identificado, dedica el mínimo tiempo posible hasta quitarlo.
Asistir a las reuniones con un claro propósito
Saber sacar partido de las reuniones pueden resultar muy provechosas a la vez de productivas. Mizer asegura que las reuniones deben tener 5 componentes:
- Las personas adecuadas
- Documentos claramente definidos
- Verbalizar el propósito de la reunión por adelantado
- Fijar objetivos
- Definir los próximos pasos antes de que termine la reunión
Hacer las cosas que no queremos hacer
No podemos estar continuamente aplazando aquello que no queremos hacer o que no nos apetece simplemente. Debemos superarlo y hacerlo. Esto será esencial para aumentar nuestro rendimiento
Realizar múltiples tareas con prudencia
La multitarea es esencial en las personas productivas, pero cuidando cómo se emparejan las actividades.
Las tareas que se realizan simultáneamente, aconseja Pozen, que deben ser complementarias. Por ejemplo, si una requiere de mucha energía, realizar a su vez otra que sea algo más amena y sencilla.
Trabajar estratégicamente
Esto significa dejar de hacer aquellas actividades con las que no vale la pena perder el tiempo o delegarlas si fuera necesario. Así, conseguirás liberar energía para centrarla en aquello que realmente te importa.
Dicho esto, la productividad es la clave del éxito. Existen otros factores que pueden ayudar a ser más productivo como organizar tu mesa de trabajo. La cuestión es que cuanto más productivo seas, más éxito vas a tener.
¡Feliz día!