Hoy en día, todos tenemos que tomar decisiones diariamente. Algunas de ellas son más simples y directas pero existen otras mucho más complejas.
Las decisiones simples no requieren de un proceso de toma de decisión pero las difíciles implican los siguientes factores:
- Complejidad: Pueden haber muchos factores correlacionados.
- Incertidumbre: No todos los hechos son conocidos.
- Consecuencias de alto riesgo: La decisión puede traer un impacto significativo.
- Alternativas: Existen siempre alternativas que cada una tiene sus incertidumbres y sus consecuencias.
- Problemas interpersonales: Nunca se sabe cómo la gente puede reaccionar a nuestras decisiones.
Estos factores, nos hacen ser conscientes de lo importante que es tomar buenas decisiones, que éstas sean de calidad y que aporte los mejores resultados. Hoy os contaremos cómo mejorar la habilidad de tomar decisiones.
Tener siempre claro nuestro objetivo
Hay que tener claro lo que queremos lograr. Sin ningún objetivo, nunca conseguiremos nada. Y si el objetivo es excesivamente difícil de alcanzar, buscaremos la opción que más nos satisface.
Y una vez tengamos un objetivo, nos debemos comprometer a cumplirlo. Evitar perder el tiempo pensando sobretodo en el que hubiera sido con las otras opciones.
Tomar decisiones a menudo
Cuantas más decisiones tomemos, más fácil luego será acometerlas. Así como el ejercicio físico nos fortalece, tomar decisiones también lo hace. Por eso mismo, lo mejor es empezar a tomar aquellas decisiones que teníamos pospuestas. Parecerá increíble pero cuantas más decisiones tomes, más energía y más motivación le ponemos.
Limitar nuestro tiempo de decisión
Hay decisiones que son más fáciles de tomar y otras más difíciles que requieren más tiempo para decidir. Aun así tenemos que limitar nuestro tiempo de decisión y establecer un límite.
Limitar este tiempo nos obliga a tener un pensamiento rápido y decisivo. De otra forma, estaremos reflexionando todas las opciones posibles y a veces saldrán más dudas.
Analizar bien las decisiones
Podemos analizar las decisiones buscando sus ventajas e inconvenientes e incluso las probabilidades de todos los posibles resultados.
Anota todo lo que se te ocurra en un papel y así podrás visualizarlo todo a la vez e identificar claramente la mejor opción.
Comprometernos a las decisiones pero siendo flexibles
Es importante ser constantes, persistentes y tener voluntad para conseguir que salgan bien las decisiones.
Además, lo importante de las decisiones es el fin, no la forma de conseguirlo. Siempre pueden existir caminos alternativos al fin que buscamos, y pueden resultar igual de buenos. Por eso mismo, tenemos que ser flexibles.
Pero incluso, puede pasar que el tiempo y las circunstancias nos demuestran que la decisión tomada no sea la adecuada o que se pueda mejorar. Entonces aquí, no hay que presionar para que igualmente sea así, sino que tenemos que ser flexibles y saber rectificar y cambiar la decisión. Eso sí, también tenemos que ser constantes.
No cometer el error de depender de otras personas
Todo el mundo tenemos presión social y nos puede influir las opiniones de nuestro alrededor. Podemos aceptar consejos pero no directrices ni dejar que otros tomen las decisiones por nosotros.
Además, posiblemente no a todos les guste nuestras decisiones. Así que por mucho que puedan criticarnos, lo mejor es hacer lo que creemos mejor para nosotros mismos ya que los resultados serán para nosotros.
Aprender de cada decisión
Sea una decisión buena o mala, siempre hay que aprender sobre ella. Cada vez que tomemos decisiones, por mucho que incluso salga algo inesperado, debemos preguntarnos “¿Qué hay de bueno?, ¿Qué puedo aprender de eso?,…” Aprender de todas las decisiones, incluso más de los errores, puede sernos útiles para que el día de mañana tengamos éxito en nuestras decisiones.
Sobretodo, no hacer que las experiencias pasadas nos sirva para limitarnos y poner frenos, sino que comparemos las situaciones para aprender de ellas.
Si hacemos estos pasos seguramente estaremos contentos con nuestras decisiones y podremos disfrutar de ellas. Además, es muy importante tener esta habilidad, no sólo en la vida personal sino que también en la laboral. Así como también trabajar otras habilidades como la gestión de equipos, la tolerancia a la frustración y mediar el estrés.
¡Feliz día!