Muchas personas se tienen que mudar si quieren estudiar en la universidad. Esto implica buscar un nuevo lugar donde vivir acorde con las necesidades y posibilidades del estudiante. Escoger un alojamiento nunca es fácil, y menos aún si tienes que organizarlo estando lejos del lugar de destino. Es una decisión importante, ya que tienes que tener en cuenta muchísimas variables. La economía, los intereses, la personalidad y la localización, son factores que intervienen en la decisión de cuál va a ser la nueva residencia del estudiante.
Principalmente hay dos opciones a la hora de mudarse:
Residencia de estudiantes
Vivir en una residencia de estudiantes se podría considerar un “lujo” pero es una muy buena opción para los estudiantes. A pesar de ser más cara que otras opciones, tienes muchas más facilidades. Una de las principales ventajas es que convives con personas de diferentes culturas y países, y teniendo en cuenta que muchas residencias de estudiantes organizan actividades, éstas te ayudarán a conocer a las personas con las que vives.
Otra gran ventaja es que puedes centrarte en el estudio, o más bien, te puedes despreocupar de hacer tareas domésticas. Normalmente las residencias ofrecen el servicio de pensión completa con las comidas y la limpieza está cubierta también. Por lo tanto, no tienes que preocuparte de cocinar y limpiar y puedes dedicar ese tiempo a las tareas universitarias.
Las residencias suelen estar cerca de las universidades, por lo tanto, el transporte no es un problema. Es decir, te ahorras tiempo y dinero en transporte.
Si eres una persona muy independiente, en la mayoría de residencias de estudiantes ofrecen habitaciones individuales. Así que la convivencia no es un problema en este caso. Eso sí, cuestan más que una habitación compartida.
Piso compartido
La principal ventaja de vivir en un piso compartido, es el tema económico. Además, aprendes a convivir y compartir gastos con otras personas y a gestionar una casa. Es cierto que tienes muchas más responsabilidades viviendo en un piso compartido que en una residencia. Tienes que ocuparte de la compra, de hacer la comida, de mantener limpia la casa, eso sí, no tienes horarios.
En las residencias de estudiantes hay unos horarios estipulados para las comidas y hay unas reglas de convivencia para todos aquellos que vivan ahí. Esto lo puedes amoldar a tus necesidades y a la de tus compañeros en un piso compartido ya que vosotros definís las normas. En resumen, esta opción te da más independencia y flexibilidad.
La ubicación del piso puede ser muy relativa. A pesar de que el precio de alquiler de vivienda es cada vez más elevado, no resulta difícil encontrar un piso compartido relativamente económico cerca de la universidad.
¡Esperamos que hayáis encontrado útil este artículo!
Feliz Viernes ?